lunes, 26 de enero de 2015
JUANITO BARRANQUILLA.-
Que sórdidas y jodidas son las cosas de Castilla,
que hasta nos ha leido, la cartilla, sin greguerías,
(¡¡puerta¡¡¡, nos ha dicho, ¡¡puerta¡¡) Juanito Barranquilla.
¡¡Resistencia Obrera, frente a opulencia maniobrera ¡¡
Un habitante de Vallecas, que para el Partido Podrido
todavía son las chekas,
tiene diez años menos de vida media que uno
del barrio de Salamanca, pero en el ABC,
tienen un gran programa electoral:
echar a los sin techo de las plazas de sus barrios,
para dar trabajo al servicio de Basuras.
La economía no está mal señores, es su vista cansada.
La economía no está mal, señores, es su vista cansada.
De todo lo que está mal, ya lo dicen los artistas de PP,
la culpa la tiene Venezuela, por no comprarnos en B.
La culpa la tiene el populismo, por no aplaudir nuestras
estadisticas sin tinta, inauguradas con casco de obra fantasma,
y pala de plantar árboles-soldado, con muerte anunciada.
Barranquilla, Barranquilla,
subete a los lomos de la borriquilla:
vuelve atrás, vuelve atras,
para comprobar, Barranquita, cuando se jodió la verdad,
la libertad,
la dignidad,
la equidad,
la igualdad.........y la Terrrnnura de Madrid-distrito federal.
Como son ...Juanito,...... tus cosas de Castilla.
jueves, 22 de enero de 2015
EL REINO; LOS MAGOS Y EL NIÑO.-
Hubo en la antigüedad un reino, Oestia, en lo que se conocía como el extremo occidente.
En ese reino reinaba un hombre, Paladio, títere de su jefe de gobierno, Chitón.
El rey estaba casado con su bella hermanastra Ermelinda, hija de su madrastra,
y no era un matrimonio al que se pudiera calificar precisamente
de feliz. Si no que, más bien,
fue una boda de conveniencia. Tan de
conveniencia, que hasta el momento no habían tenido hijos, después de cinco
años de casados. Se sabía que el rey
tenía varias amantes. Pero entre ellas se rumoreaba que la preferida
era una seguidora del movimiento
espartaquiano, que pretendía
derrocar al poder constituido. Lo
cual, no dejaba de ser un escándalo
entre las familias pudientes y poderosas de la corte, en Toletum.
Algunos hablaban y no paraban, y
maldecían un posible doble juego del
rey Paladio. El rey Paladio solo podía confiar , como fieles
a su causa más intima, en su jefe
de guardia personal , en ésta, y en el ministro para asuntos
Extranjeros.
La belleza de la joven era ya casi una leyenda, acrecentada por el desconocimiento sobre
su identidad. Ello , se decía, torturaba
a la presumida y vanidosa reina
Ermelinda, y enfadaba sobremanera a su madre.
Un día, el jefe del Gobierno, dictó una ley, que el rey tuvo
que firmar, prohibiendo la magia en
todos los territorios del reino. El rey lo firmó, a pesar de ser gran amante de
la magia y las religiones populares, afición heredada de sus verdaderos padres, los anteriores reyes, descendientes de los reyes más antiguos de Oestia. Pero
la reina madre (coaligada con el obispo y sumo sacerdote de la religión oficial, mosen De Pratera), que, como creo haber dicho, era su madrastra y no su verdadera progenitora, le había
amedrentado, amenazándole que incurriría
en apostasía y herejía, si no tomaba
posición frente a las magias ocultas y
antiguas. Y unida a ella, tenían gran influencia sobre el rey, en ese sentido, el citado primer Ministro Chitón y el ya tan mentado sumo
sacerdote, obispo Baco de
Pratera. Era este un cardenal, jefe de la iglesia oficial, que
condenaba sin remedio a pobres gentes,
que solo seguían ritos antiguos por costumbre
adquirida de tiempo inmemorial. Él solía
ponerse de ejemplo para
convertir a paganos. Pero a pesar de su aparente beatitud y escrupulosidad religiosa, se rumoreaba que
tenía gustos y aficiones depravadas, que desahogaba con las más jóvenes y bellas doncellas que sus esbirros le buscaban por toda Oestia.
Su religión proclamada, que como he dicho era la oficial, se basaba en ritos sincretizados de creencias ancestrales. Pero en realidad lo que predominaba en su esencia, como sintesis de un ideal sublime, era un velo detrás del que se escondía la avaricia, y los múltiples métodos conocidos ya por entonces para secuestrar las mentes más inocentes, extraviadas, pacatas, indolentes, necias o analfabetas. A través de la chispa genial y eléctrica que había creado a los seres humanos, ellos cambiaban la voluntad de las gentes, a su capricho. Por medio de muy variados trucos y experimentos, torturas, maldiciones y decretos de excomunion o autos de fe, que escondían ritos ocultos de poder oscuro. De todos ellos se valían el arzobispo y la reina madre, junto con su hija la reina consorte Ermelinda.
No era solo la magia de los magos populares la prohibida, era la magia
de la alegría de celebrar los nacimientos de los nuevos seres, de los niños. La
alegría de las bodas, de los cumpleaños, los aniversarios, los
éxitos y
logros personales, y las onomásticas. Prohibió la magia de toda creencia espiritual, política y social. Todo a favor de una religión oficial caduca,
formalista, llena de liturgias y ritos vacíos. Pero en la que sus jefes, los sumos sacerdotes, solo se preocupaban de seguir las fórmulas exteriores, y
descuidaban, cuando no olvidaban
o dejaban de cumplir, su contenido profundo
y comprometedor.
El reino se sumió en una gran penuria, debida a los fastos
y dispendios en las celebraciones
exteriores de los sumos sacerdotes y de los potentados : los ricos y los políticos del reino, podían regatear el cumplimiento de las leyes. Y así
celebraban cacerías, banquetes, bodas , bautizos, naumaquias, en todos los cuales festejos se gastaban
cantidades ingentes de dinero. Los más caros eran los
juegos de circo y coliseo, donde algunos detenidos y presos, entre los activistas pertenecientes al movimiento
rebelde espartaquiano (cuyo germen
habían sido unos atenienses residentes en Esparta, deportados a
Oestia), debían pelear a muerte con esclavos gladiadores, traídos de países ignotos. Junto a ellos, reunían a vagabundos, menesterosos y delincuentes, a los que alimentaban y luego adiestraban para el combate. También entre ellos había toda clase de presos políticos, y enemigos de la religión oficial.
Todos pelebaban entre ellos y asimismo lo hacían contra leones, tigres traidos de Persia, leopardos, las temidas panteras diente de sable y otros felinos. También contra lobos, osos, y los más temidos y terribles, los rojos y enormes toros de Iberia y de toda Oestia, junto a los elefantes de Libia y Tingis Magerebia. Pues ellos, los gobernantes, tenían el poder sobre la policía y los funcionarios encargados de hacer cumplir las leyes.
Todos pelebaban entre ellos y asimismo lo hacían contra leones, tigres traidos de Persia, leopardos, las temidas panteras diente de sable y otros felinos. También contra lobos, osos, y los más temidos y terribles, los rojos y enormes toros de Iberia y de toda Oestia, junto a los elefantes de Libia y Tingis Magerebia. Pues ellos, los gobernantes, tenían el poder sobre la policía y los funcionarios encargados de hacer cumplir las leyes.
La gente sencilla, entonces,
empezó a dejar de creer en las normas y
mandatos oficiales (aquellos que de
verdad creían en ellos), y en los que proclamaban
la bondad de la ayuda mutua, el respeto
y la generosidad material y espiritual.
De todo ello tuvieron noticia unos sabios magos que habían estudiado juntos, en unas viejas y afamadas escuelas de magia y altos saberes de la antiguedad, de Toletum y Helmántica. Uno volvío a su reino del este de Europa, otro al suyo de Medio Oriente, y el tercero a un gran Imperio del que era príncipe en el África Occidental. De todo ello, de todo lo contado, supieron, a través de correos y enlaces que unían esos reinos ancestrales por los caminos de la antiguedad. Así como de cierta noticia relacionada con un niño. Quizá ese niño ya existía. La nueva tenía el viejo halo de las profecías, y las noticias no eran claras. Quizá estaba naciendo el bebé en esos momentos. O pudiera ser que naciese en un futuro ya muy próximo.....................


A MACHACAR.-
Este reino administrativo, que burocratiza hasta la libertad
por los que más la
proclaman como un suvenir,
en este lugar donde es peligroso comerse algo ( como unas setas)
inconexo a la red
informática policial: ellos no se privan.
Eres un hambriento sin identificar, con apellidos, pero ralos,
incomprendidos para
la jerga primate de maderos que aporrean.
Y resulta que tú, con
toda esa informalidad, eres el árbol
que les da sombra, que les llena los bolsillos de comida:
detenidos X alimentos:
productividad a tope.
Es peligrosa la libertad, incluso más que para nadie,
para quien la ejerce
inocentemente;
porque siempre hay guardianes
en las puertas
de sus
palacios,
que te cachean,
te sacan las huellas y la fisonomía,
para que los de siempre salten la banca oficial
y oficiosa,
sin ser
identificables, más que
por su perfume
predador.
Los requisitos de identificación más infalibles son el
dinero y los amigos,
y los amigos de los
amigos, eso tan conocido en Sicilia y
Nápoles,
y que decora sus monumentos y sus calles
de descuidado arte
pueblerino, con el habla
cantarina y duende que lucha por
escapar de todo.
Nos gobierna un neoliberalismo estalinista, un fascismo
de papel mojado y confeti,
de papel mojado y confeti,
y por eso la gente
sufre esta transmigración de los miedos:
el miedo a no hacer, es ya más grande, debe serlo,
que el miedo a hacer lo que es debido.
el miedo a no hacer, es ya más grande, debe serlo,
que el miedo a hacer lo que es debido.
Y arriba está el
hombre del almirez, esperando el momento
de aplastarnos
con su mano opaca
entre las sombras.
Pero nosotros sabemos
ya, que el poder de machacar, se vence moviendonos
sin plan premeditado, sin menú para matar o respirar sangre alguna.
sin plan premeditado, sin menú para matar o respirar sangre alguna.
Y, sobre todo, dispersando nuestra
risa y nuestra lagrima,
caliente y hermanada.
El poder de machacar no está en la mano, si no en la fuerza de la mente
que sostiene ese
designio,
y nosotros somos
tantos, los que tenemos sobradas razones,
para machacar
toda la resignación
y el entreguismo de nuestra Era Dormida:
que no podemos, no podemos, no debemos,
quedarnos mirando cómo nos derriba, nos tritura, nos engulle,
nos digiere hacia el
abismo, el dinosaurio gigante de las urbes.
Podemos hacer algo,
lanzarle al vacío con nuestra
rabia de dragón,
y nuestra astucia de vencidos
de la historia,
de ratoncillos que ven su tesoro de queso,
entremezclado en la tierra que
ellos asolaron.
APU
2015-01-19
SI DESPIERTA EL SILENCIO.-
Si despierta el silencio
murmuran las pisadas
lobunas de la hoguera,
como la guerra que pasó
sin cejar su ruido
ejercito de
fantasmas como luna congelada
en el brasero del odio y
la sordera.
Una lluvia, a llevarse
todo viene, una lluvia;
una lluvia de palabra, como gotas de saliva.
Una nieve, viene, no a
matar a los sin techo,
vagabundos de dinero,
viene para hacer muñecos,
como pájaros de hielo.
Si despierta el silencio,
será una oración al camino,
a María de la
floresta, a la que aves cantan siglos.
Será una declaración, de que solo somos dos manos
contra el ruido, pero con
más parejas juntas, todos juntos,
el abrazo, como cántaros al pozo:
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